domingo, 26 de julio de 2009

EL SENTIDO DE MI VIDA VI

VI

Cualquiera que escuchase mis palabras, podría pensar que dejé el tenis de la noche a la mañana. Tampoco fue así. Todavía hoy le sigo dedicando varias horas a la semana, me ayuda a mantenerme en forma, a desconectar, lo cual me resulta curioso, porque me enseñaron a concentrarme antes de cada partido, aprendí que siempre hay que salir a ganar, y ahora, al sostener una raqueta en mi mano, es probablemente el momento del día que más relajada estoy.

Sacar una notas admirables, era mi manera de demostrar que había tomado la decisión acertada. Conseguir que mi padre volviese a estar orgulloso de mí, era mi objetivo número uno. Entonces conocí a Javi, un estudiante de derecho primo de una amiga del instituto. Era más alto que yo, algo poco habitual en los chicos que había conocido hasta ese momento, dada mi estatura, guapo, inteligente… Me consta que al empezar a salir con él, fui la envidia de más de una. En cierto modo, me recordaba a mi padre. Sabía que se iban a llevar bien, lo cual pude comprobar con el paso del tiempo.

Conozco gente que decidió estudiar veterinaria porque encontró en el parque un gorrión con un ala rota, otros que se inclinaron por una carrera con salida y la mayoría, simplemente se vieron limitados por las notas de corte. Yo vi claro mi futuro el día en que todos mis compañeros me felicitaron por un artículo que me habían publicado en la revista del instituto. La llevé a casa para enseñársela a todo el mundo. Yo quería escribir y el periodismo me parecía una manera tan válida como cualquier otra, pero no todos opinaban igual. La cara de mi padre reflejaba decepción, empecé a pensar que nada de lo que hiciese le iba a gustar, aunque cada vez me importaba menos.

En la facultad conocí a gente de toda la provincia. Hasta ese momento mis amistades eran similares a mí, niños pijos que habíamos estudio en un instituto para niños pijos. Al principio me sentía como perdida en una selva, pero no tardé en adaptarme. Un pequeño cambio de vestuario, mi mejor sonrisa y en un par de meses pasé a formar parte de un grupo de lo más variopinto. Uno de ellos era Salva, resultaba imposible aburrirse estando a su lado, tenía unas ideas muy paricurales sobre la vida y la sociedad, pero me encantaba escucharle. A mi padre le hubiese dado algo de vernos juntos, tan diferentes en todo, aunque eso era justamente lo que me atraía de él.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me tenías intrigada y sigo estándolo, a ver por dónde nos sales, besos
Tempodelecer

Anónimo dijo...

Guau!! Hacía tiempo que no pasaba por aquí porque he estado de vacaciones pero no había dejado de pasarme de vez en cuando por si había alguna novedad y nos deleitabas con alguna historia. He leído los post que me faltaban y me está gustando, a ver por donde sales como dice tempodelecer.
Espero que todo vaya bien. Un beso
Maluml

SIS dijo...

Bienvenida Maluml. Me ha encantado verte por aqui

Anónimo dijo...

hola!!!
TIETA...... m'encanta la teu historia i espere que continues xq me tens intriga.
adeu
bests