lunes, 28 de julio de 2008

TENGO UN RETRASO. PARTE FINAL.


Ya que os hice participes de lo que me ocurrió hace ya más de un mes, os voy a explicar un poco en que ha quedado todo.

Después de realizarme diversas pruebas de embarazo, en orina y sangre, (que dieron negativas, por supuesto) de acudir a la cita con mi ginecóloga, ésta decidió hacerme un análisis completo y un estudio hormonal. 

El viernes me dieron el resultado, después de haber tenido hace ya unas dos semanas, con dieciséis días de retraso, la bendita menstruación y al final parece que todo ha sido debido a la situación de stress a la que me vi sometida los últimos meses, aunque puede ser que haya ayudado también una leve anemia que me han detectado con todo esto y que, sin el retraso, posiblemente habría pasado desapercibida. 

Conclusiones: 

Primera y principal: No estoy embarazada. 

Segunda: No puedo donar sangre; del mismo modo que me ocurriera hacer ya más de quince años, mi salud se resiente. (Cómo me dijo un médico en aquella ocasión: la sangre deben de donarla los que les sobra, tú mejor te la quedas para ti que te hace mucha falta.) Parece ser que mi cuerpo no se recupera con facilidad.

Tercera: Después del “susto” de esos días, me he dado cuenta de que ahora ya no quiero tener más hijos, quizás sí hace dos o tres años, pero llegados a este punto, voy aprendiendo a disfrutar de la “libertad” que acarrea que mis hijos se hagas mayores, ya no quiero que me priven de ella.


PD: Perdonen por las molestias y nos vemos en futuros desvaríos.
  



domingo, 27 de julio de 2008

LA VIEJA SIRENA



 Ambientada en el siglo III d. C., nos cuenta las aventuras y desventuras de una misteriosa mujer, inexplicablemente cautivadora, capaz de vivir un amor tan intenso que rebasa cualquier realidad.

En parte fantástica, mitológica, aunque deliciosamente escrita, envuelta en las tramas de la época, cuando el imperio romano y el persa dominaban el mundo, ya cercanos a su decadencia, con el crecimiento de nuevas culturas, la aparición de diversas creencias religiosas y el que fue, seguramente, el principio del cristianismo. 

Creo que está muy bien documentada y que resulta, para los que como yo se apasionan con la novela histórica, tremendamente apetecible. 

Está llena de párrafos dignos de mención, pero yo os dejo dos que, aunque posiblemente no reflejen el espíritu de la historia, a mí me han gustado mucho, por su significado, por lo que nos dicen de manera sutil, o en ocasiones no tanto y por lo deliciosamente escritos que están.

"- Conozco a un Krito tierno, dolorido, y tan, tan sensible… En la mar hay un cangrejo incapaz de fabricarse un caparazón y camina en carne viva, desnudo, vulnerable, a la merced de un roce, de un arañazo en el coral… Se protege buscando una concha vacía que no es la suya y se refugia metiéndose dentro.

- En suma, un monstruo, un engendro inútil para la vida.

- Si fuese inútil no estaría vivo… ¿Monstruo? Nada de lo que es puede ser monstruoso: desde el momento en que la naturaleza lo ha creado es natural. La vida no produce monstruos; los producimos nosotros."



"Cuando la sirena, contorneando otra vez el promontorio, llegó hasta la caleta, el joven y la mujer se encontraban ya en la playa, ambos desnudos, contemplándose, el cuerpo joven del muchacho frente a las curvas opulentas pero aún firmes de la hembra. Ésta avanzó hacia el joven, puso las manos en sus hombros, las deslizó con sabiduría por el cuerpo adolescente… Poco después ambos se entrelazaban tendidos en la arena, en algo que la sirena se preguntó si era combate o juego y que acabó convirtiéndose en una agitación agónica, entrecortada de gemidos y jadeos. Si era lucha ninguno resultó vencedor, puesto que terminaron tendidos uno junto a otro, transmutados sus rostros en máscaras gozosas. Al cabo ella se incorporó sobre el codo y acarició los cortos cabellos del joven, dirigiéndole una inefable mirada, entre voluptuosa y maternal."




Esta es la cubierta de una edición italiana que descubrí buscando la que yo conozco y me ha gustado tanto, que he decidido poner las dos.


domingo, 20 de julio de 2008

SEGURAMENTE, MI MAYOR DEBILIDAD



¿Será verdad eso que dicen de que los padres, sin darnos cuenta, tenemos predilección por alguno de nuestros hijos más que por los otros?

Yo tengo dos, tan distintos, que parece mentira que tengan idénticos genes y que hayan salido al mundo por el mismo “agujero”.

Me acusan de preferir al pequeño, aunque yo defiendo que de cada uno me gustan unas cosas. Éste es un sinvergüenza redomado que de mayor va a ser un conquistador nato, eso no lo dudo, por eso me tiene cautivada, como hará con cuanta mujer se le antoje, pero el mayor, es adorable, cuando me dice que no puede dormir si antes no le abrazo… ¿qué madre se resiste ante eso?

Yo lo he vivido en mi casa, cualquiera de mis hermanos os diría sin ningún tipo de duda cuales de nosotros son los preferidos de mi padre y cuales los de mi madre, la suerte es que nos tienen repartidos, ninguno se queda sin serlo de alguien.

Hablando de mis hermanos, ahí si tengo yo una debilidad enorme, creo que ya lo conté en este blog y la gente que me conoce sabe que hablo de mi hermano el pequeño. No lo he negado nunca y no voy a empezar a hacerlo ahora, me puede ese niño, ese niño que ya es un hombre y va a ser padre dentro de unos meses. (Por cierto, a partir del mes que viene será mi jefe.)

Volviendo a mis hijos, ¿puede ser que me lo niegue a mi misma? No lo sé, yo intento ser igual con los dos, cómo ya he dicho, cada cual tiene sus cosas.

El mayor creo que heredará mi afición a la lectura, viendo que le gusta, me esfuerzo por que así sea y en esas pocas noches que me acuesto a la misma hora que ellos, cuando me ve camino de la cama con un libro en la mano, me dice: Mamá, léeme un poquito en voz alta. El otro se enfada porque dice que así no le dejamos dormir.

El mayor me pregunta cosas y escucha mis explicaciones con total atención. A mí me encanta explicarle ante tal interés. Cuando algo se me escapa, San Google me echa un cable. Es un niño muy curioso y espero que esto le sirva para llegar lejos, muy lejos.

Mientras, el otro juega y ríe cerca de nosotros, como queriendo fastidiar. Yo me enfado, su hermano también, pero lo curioso es que si le preguntas, sabe perfectamente lo que has estado explicando. Él parecía indiferente, pero no se ha perdido ni una palabra.

El pequeño parece que tiene las ideas claras. Dice que de mayor quiere ser entomólogo, “biógolo” marino, ornitólogo, músico, jardinero y que sólo eso, porque sino no le quedará tiempo para estar en casa con su familia. ¡Manda huevos! Lo que me queda claro de todo esto, es que le gusta la naturaleza, le apasionan los animales, las plantas…

Cuando vamos a la playa, mientras los demás niños juegan en la arena, él se pasa el tiempo con sus gafas de buceo contemplando la fauna marina.

Las plantas que tenemos en casa, fueron compradas por su insistencia y, aunque resulte difícil de creer, es él quien me recuerda que las riegue.

El mayor es más clásico. Quiere ser futbolista e ingeniero, ¡ah! y escritor como su madre. Más quisiera su madre que ser escritora, pero adelante, no imagina lo feliz que me haría.

Después de leer todo lo que acabo de escribir, voy a responder yo misma. Creo que sí tenemos ciertas debilidades los padres, desde luego, tenemos debilidad por los hijos, nos ponemos a hablar de ellos y nos pasaríamos horas.

PD: ¿Se ve entre estas líneas que se me cae la baba?



lunes, 14 de julio de 2008

EL ÚLTIMO ENCUENTRO



Cuando un autor nos gusta, tenemos la sana costumbre de hacer lo posible por leer la mayor parte de su obra, buscando de algún modo la garantía de qué lo que tenemos entre manos va a ser de nuestro agrado. 

Esto a mí me parece perfecto, fue, por ejemplo, lo que en la adolescencia me llevo a leer decenas de libros de Agatha Christie, a comprarme una colección suya. (De la cual la mayoría siguen sin ser leídos. Al final todos te parecen el mismo.)

Sin embargo también trato de leer cosas diferentes, autores totalmente desconocidos para mí. No hay que cerrarse a nada. En ocasiones he tenido que abandonar un libro a medias por resultarme imposible de digerir, pero de vez en cuando descubro algo hermoso.

Podría tratarse del caso de Sándor Márai, ni siquiera había oído hablar de él. (Mi cultura literaria tampoco es que sea muy extensa.) Su novela “El último encuentro” me ha parecido deliciosa. (Habrá que buscar que más tiene por ahí.) 

Un libro lleno de párrafos que invitan a la reflexión, aunque yo me he quedado con uno en particular, muy interesante a mi modo de ver.

“¿Qué significa la fidelidad, qué esperamos de la persona a quien amamos? Yo ya soy viejo y he reflexionado mucho sobre esto. ¿Exigir fidelidad no sería a caso un grado extremo de egolatría, del egoísmo y de la vanidad, como la mayoría de las cosas y de los deseos de los seres humanos? Cuando exigimos a alguien fidelidad, ¿es acaso nuestro propósito que la otra persona sea feliz? Y si la otra persona no es feliz en la sutil esclavitud de la fidelidad, ¿amamos a la persona a quien se la exigimos? Y si no amamos a esa persona ni la hacemos feliz, ¿tenemos derecho a exigirle fidelidad y sacrificio?”


Invito a cualquiera que conozca su obra, a recomendarme algo y a quien no la conozca, creo que merece la pena hacerlo. 


martes, 8 de julio de 2008

LA ROSA DE JERICÓ - EVLEX



Una leyenda que empezó hace casi diez mil años y que llega a nosotros de la mano del que dice ser el encargado del legado de la Rosa.

  Yo, como acostumbro a hacer con todos los libros, me he empapado de la parte de la historia que nos cuenta, con leyendas que, teniendo en cuenta que muchas de ellas no están escritas, que han ido pasando de generación en generación, deben de ser incontables los cambios que han sufrido. Aún así, algo de cierto debe de quedar en éstas.  

  Hay un versículo de la Biblia al que se hace alusión en repetidas ocasiones y que yo, siempre tan impaciente, tan impulsiva, debería de tatuar en mi frente: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”

  Quiero destacar un párrafo que llamó mi atención, con el cual me sentí identificada por haber pensado algo parecido en algún momento de mi vida: “Hacía tiempo que veía a Dios a mi manera; ya nunca más a la manera de los demás, a la que me habían exigido quienes manejan nuestras almas, con la pretensión de ser únicamente ellos los que pueden dictaminar cómo es Dios y el modo en que debe uno de acercarse a Él. Aquellos que quieren ser salvados, sabiendo de antemano que no son ellos los que tienen el perdón entre las manos. Que solamente tienen la espada, el fuego y la palabra; la palabra violenta que amenaza.”




miércoles, 2 de julio de 2008

HOY TOCA POESÍA.

Hoy he vuelto a escribir, y no me refiero a lo que haya podido colgar últimamente en el blog, sino a escribir de verdad.

Después de un pequeño relato que forma parte de lo que pretendo sea una serie de estos, me ha dado por la poesía. Recuerdo que antaño, no se me daba mal, pero hacía mucho que no practicaba y mira, hoy me ha dado por ahí.
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Que el cielo no vuelva a mostrar su azul, si no es para que tú lo contemples,
ni las aguas sean salubres si no es con el fin de calmar tu sed.
Que se callen los pájaros si no puedes escuchar su canto,
y se marchiten las flores si no las puedes oler.

Que las mariposas suspendan su vuelo
y las abejas olviden cómo fabricar la miel.
Que el mar interrumpa el oleaje,
incluso el tiempo se debería de detener.

Que se frene el ciclo de la vida,
que los árboles no florezcan esta vez,
ni aniden en los balcones las golondrinas,
ni llene con sus crías los mares el pez.

Que se espese el aire hasta tal punto,
que me resulte imposible de absorber,
porque si tú ya no disfrutas de la vida,
yo tampoco lo quiero hacer.

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