martes, 29 de mayo de 2007

TENER UN HIJO,PLANTAR UN ÁRBOL, ESCRIBIR UN LIBRO.

Hay gente que dice que esas son las tres cosas que uno ha de hacer en la vida para sentirse realizado, no importa el orden, aunque algunos opinan que se debe empezar por plantar el árbol, ya que no se requiere un nivel intelectual muy elevado, ni existe una edad determinada.

Yo particularmente opino que las cosas tienen la importancia que nosotros queramos darles, para mí tener hijos era primordial, me apasionan los niños y durante mucho tiempo mi máxima ilusión era esperar a que llegase ese día en que pudiera tener entre mis brazos a ese ser indefenso, para el que durante muchos años yo sería el centro de su vida y que inevitablemente él pasaría a serlo de la mía para siempre.

Entiendo que hay personas a las que la idea no les atrae nada, otras que incluso atrayéndoles les resulta imposible, así que por esta parte me siento afortunada ya que lo he podido disfrutar por partida doble.

Plantar un árbol. Yo esto suele interpretarlo desde el sentido metafórico, he plantado muchos árboles y la verdad es que no sé donde radica la satisfacción de hacerlo, puedo tacharlo de mi lista, pero para mí existen cosas mucho más gratificantes que esa, aunque no me malinterpretéis, adoro la naturaleza, siempre me han gustado las plantas, los animales, el mar, que delicia y me declaro una ferviente ecologista, pero ¿plantar un árbol? Sigo sin darle esa importancia que se le otorga.

Escribir un libro. Esto si fue durante años mi asignatura pendiente, desde pequeña me gustaba inventarme historias, incluso llegué a escribir alguna, pero hasta hace poco no me sentí capacitada para escribir algo que de verdad se pudiera llamar un libro, mi libro. Ahora que estoy empeñada en conseguirlo, me atrevo a darle casi tanta importancia como a tener un hijo, esto si merece estar en mi lista y lo que para mí esta siendo escribir, entiendo que para otras personas pueda ser llegar lejos en su carrera, o simplemente dedicarse a su familia.

Yo por fin me siento plena, soy feliz en lo que a mi vida privada se refiere, he encontrado esa rama del arte donde explayarme con ganas, aunque con seguridad no me sentiré completamente satisfecha hasta que vea un libro mío en una estantería, (Algo pretencioso quizás.) así que en teoría he cumplido, pero no, falta más, falta mucho más, espero poder hacer muchas más cosas en esta vida que me sigan llenando más y más.

viernes, 25 de mayo de 2007

AMISTAD

Una vez escuché a alguien decir que quien presume de tener muchos amigos, seguramente en realidad no tiene ninguno, porque los amigos de verdad son esos que se pueden contar con una sola mano. Puede que tuviera razón, no lo sé, en parte sí, lo que sé con absoluto convencimiento es que esa palabra suele estar mal empleada.

En muchas ocasiones llamamos amigo a cualquier conocido, hemos generalizado un poco su uso y a los amigos hemos pasado a llamarles “mi mejor amigo”, “es uno de mis mejores amigos” decimos cuando nos referimos a esos que de verdad lo son.

Amistad. Cuanta grandeza encierra, cuantos sentimientos, cuanta complicidad, compañerismo, cariño, lealtad, tantas y tantas cosas.

Yo tengo mis teorías sobre la amistad, en la vida se conoce a personas de dos maneras distintas, por elección y por situación. Por situación son aquellos a quienes como la familia, la vida nos pone ahí sin opción a elegir, es el caso de compañeros de colegio, de trabajo… y por elección denomino a los que conocemos en distintas circunstancias y tras caernos bien hacemos lo posible por conocerlos más.

Dentro de la situación también existe la elección, entre los compañeros elegimos a quienes más nos gustan, pero a veces esta opción tampoco existe, la vida te lleva a apreciar a alguien como a tu compañero de mesa, ese que el profesor te ha asignado para hacer los trabajos juntos, o como fue mi caso, teniendo que ir a un colegio en otra ciudad, los que éramos del mismo pueblo solíamos llevarnos mejor.

Pasan los años y vamos aprendiendo cosas sobre esas personas, los amigos de la infancia parece que son para toda la vida, pero te llevas muchos palos con el tiempo, muchos desengaños y lo que si puedo asegurar es que esos amigos a quienes conocimos en el colegio y que después de veinte años siguen ahí, esos posiblemente ya sean para toda la vida.

Que cosas, mi mejor amiga, recalco, mi mejor amiga, la encontré por situación. Fuimos juntas al colegio y al terminar en este éramos un grupito de cuatro. Ese grupo pronto pasó a ser de dos, ella y yo, encontramos otras amigas en el camino, pero la vida quiso que trabajáramos juntas durante varios años, tuvimos nuestros más y nuestros menos, tanto que nuestros caminos se separaron pero, situación, que curioso, lo que nos pudimos reír el día que nos enteramos que el chico que me gustaba era un gran amigo de su novio.

Y aquí nos tenéis, han pasado más de treinta años, más de treinta años y sigue siendo mi mejor amiga, con sus defectos y sus virtudes, aguantándome que no es poco, con nuestros más y nuestros menos, pero siempre las mejores amigas.

jueves, 17 de mayo de 2007

¿POR QUÉ NOS COMPLICAMOS TANTO LA VIDA?

Hay días en los que me levanto e incluso el cielo me parece de color de rosa, esos días en los que todo es perfecto, el trinar de los pájaros se me antoja tan melódico, que diría son una filarmónica entonando la mejor de las sinfonías, incluso el murmullo del viento parece acompasado. El aire es tan puro que al penetrar en los pulmones da la sensación de llenar todo el cuerpo, no hace ni frío ni calor, todo es idílico, voy por la calle y la gente sonríe, me saludan y yo estoy como en una nube, sin embargo, ¿por qué a veces todo esto está tan borroso que parece desvanecerse?

Sin motivo aparente hay días grises, las aves permanecen en silencio, o mis oídos se obstruyen negándose a escucharlas, el silbido del viento se cuela por las ranuras penetrando en mi cabeza de manera ensordecedora, el aire es espeso, tanto que cuesta respirar, al andar dirijo la vista al suelo evitando mirar a nadie, tiemblo y no sé si es que estoy helada o que mi cuerpo se ha revelado contra mí, los pies me pesan y cada paso me cuesta más.

Afortunadamente hoy los pájaros cantaban, como casi siempre, el cielo, aunque algo nublado, me parece precioso, como acostumbra, no hay viento, pero un huracán remueve todas mis sensaciones, mis pulmones se llenan al máximo haciéndome sentir viva, no hace ni frío ni calor, aunque sé que cuando estoy así mi termostato no funciona muy bien, se niega a fijarse en algo tan superfluo, y sonrió, por supuesto que sonrío, como la mayoría de las veces, como tú ahora mismo, eso espero.

jueves, 10 de mayo de 2007

SEDA

"A su mujer le trajo de regalo una túnica de seda que ella, por pudor, nunca se puso. Si se sostenía entre los dedos, era como coger la nada."

"Seda" de Alessandro Baricco, un verdadero placer para los sentidos.

sábado, 5 de mayo de 2007

IMPOTENCIA

En el periodo de tiempo en el que nos toca vivir en este mundo, llegamos a experimentar muchos sentimientos distintos, yo creo que uno de los primeros es la inocencia y lo bueno de ésta es como su propio nombre indica, no ser consciente siquiera de lo que te pasa, en esa época no se es consciente de nada y ahí deberíamos de quedarnos todos, porque luego van llegando otros más intensos y en la mayoría de los casos más dañinos.

Algo tan grande como es el amor, puede llevarnos al cielo y dejarnos por ahí dando vueltas, hasta el punto de que a veces nos hablan y ni nos enteramos, a esto se le puede llamar estar en Babia, pero el mismo es capaz de producir el más terrible de los dolores, la peor de las desilusiones y esto me lleva al tema de hoy.

Hoy he sentido una gran impotencia, ha sido un cúmulo de sucesos, muy diferentes, pero duros todos ellos, unos más que otros y el peor para mí, ver a una amiga destrozada por una desilusión. ¿Qué hacer? Que complicado. Hay una frase bastante conocida que recomienda no meterse en asuntos de pareja, puede que tenga razón la frasecita, pero cuesta entenderlo, yo en este momento intento servir de ayuda, ¿pero cómo? No puedo hacer nada, lo único que podía ya está hecho y no sirve de nada, bueno, en realidad espero que haya servido de algo, al menos he puesto la mejor intención.

Sólo queda esperar, ¿esperar qué? ¿qué pase el tiempo? ¿Qué las cosas se calmen? ¿Qué alguien recapacite? Es lo único que se me ocurre decirle, no le des vueltas, todo se arreglará. Cómo me gustaría tener la certeza de que va a ser así.