sábado, 16 de agosto de 2008

OLIVER TWIST



El primer libro que me regalaron y en consecuencia, el primer libro que leí, tenía yo apenas ocho años y desde entonces no se me había ocurrido leerlo de nuevo, supongo que un poco condicionada por haber visto diferentes versiones de la historia en película, aunque para mí, el mugriento hospicio, siempre fue el que dibujó mi infantil cabeza. 

Hay un detalle que recuerdo con ternura: al ser tan pequeña, muchas veces no era capaz ni de terminar la página que había empezado y con un lápiz, hacía una marca para saber desde donde debía de continuar. Ahora sonrío al comprobar que, en ocasiones, sólo leía un párrafo o dos. 

En lo referente al libro, lo recordaba mucho más interesante, sin duda es una buena lectura infantil, donde aprender algunos valores, pero poco más que eso.