martes, 7 de diciembre de 2010

TODO UN RETO

¡En menudo viaje me he embarcado! Llevaba ya varios años dándole vueltas, es verdad, pero creo que no me había detenido a pensar el cambio que supone ponerse a estudiar después de tantos años.

Sí, ya veis, me he matriculado en la UNED, en el Curso de Acceso Directo para mayores de 25 años y llevo ya casi dos meses estudiando, o intentándolo al menos, por eso tengo el blog abandonado de nuevo.

Pensaba que tenía mucho tiempo libre, pero es algo así como eso que dicen de que no hay nada como perder lo que uno tiene para apreciarlo de verdad, pues nada como buscar en que emplear tu tiempo, para darte cuenta de que no tenías tanto como creías. Sin embargo, no me voy a amilanar, estoy ilusionada, las personas que me importan, me animan, me dicen que yo puedo, y quién sabe, a lo mejor es verdad. De momento me voy a quedar con una frase que álguien me dijo: "Aunque no apruebes, lo que has aprendido no te lo quita nadie".

Tampoco quiero pensar que no voy a aprobar, no me parece la mejor forma de afrontar este reto. Me asusta, no lo voy a negar, pero hay tantas cosas en esta vida que dan miedo ... Hay momentos en los que pienso: "Venga, tú puedes, es más, vas a aprobar sin problema". Otras veces lo veo todo negro: "Quién me mandará a mi complicarme la vida de esta forma, con lo tranquilita que yo estaba".

En realidad, todo esto forma parte del mismo sueño, ese que lleva años rondando mi cabeza: Escribir, escribir bien, tener base suficiente para ser capaz de transmitir lo que mi cabeza crea y hacerlo cómo es debido, aprender de los grandes, de los maestros de la literatura.

"La mayor aventura de mi vida". En su día, llamé así a este blog por el mismo motivo. Teniendo en cuenta que tengo dos hijos, algunos pueden opinar que eso sí es una aventura, pero escribir es mucho más que poner letras en un papel: es ahondar en lo más profundo del alma, y no sólo de la tuya, sino que el verdadero logro es alcanzar el alma de los que te leen, conseguir que sientan lo mismo que tú al escribirlo, desatar sentimientos, emociones...

A los ocho años me regalaron un póster en el cual, un payaso regaba una flor y en la base había una cita: "Dichoso el que sabe hacer brotar la alegría en el corazón del hermano". A mí me produce mucha dicha provocar sentimientos con lo que escribo, que mis palabras llenen del mismo modo que me llena a mí crearlas.

Mi sueño, mi reto, mi aventura..., espero poder compartirlos con el poder de la palabra.