jueves, 30 de septiembre de 2010

COSAS CURIOSAS

A mis hijos les encantan los acertijos, las adivinanzas... así que en ocasiones busco cosas por internet que les puedan interesar, de las cuales aprender y ya de paso, aprendo yo también.

El otro día encontré esto: Es tan sencillo como mirar y decir en voz alta, no el color que hay escrito, sino el color con el que está escrito. Os reto a que hagais la prueba.


La parte derecha de nuestro cerebro, es la que reconoce los colores, mientras que la izquierda es la encargada de leer. Esto crea un conflicto que lo convierte en una tarea complicada.

lunes, 20 de septiembre de 2010

RAYUELA


Leer un libro sin saber de que trata, siempre es una aventura, pero nunca imaginé ni remotamente, lo que me deparaba Rayuela.

Es una novela (si se la puede llamar así), sumamente divertida, imposible no sonreir, al menos, en multitud de ocasiones. Podría destacar el capítulo 41, una escena absurda donde las haya, pero magistral al mismo tiempo. (Fueron las primeras páginas del libro que redactó Cortazar).

Párrafos como este, que me encantó:

"Qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos."

Otros que demuestran que cualquier cosa o elemento, descrito con maestría, puede sonar bien:

"Habría que analizar filosóficamente esa sorprendente reivindicación del ano, su exaltación a segunda boca, a algo que ya no se limita a excretar sino que absorbe y deglute los perfumados aerodinámicos pequeños obuses rosa verde y blanco."

Dondo otros hubiesen usado un simple, asintió:

"A lo que Oliveira respondió hipócritamente con el adverbio monosilábico de afirmación adecuado a la circunstancia."

Y cuantas veces he pensado yo algo parecido a esto:

"La melancolía de una vida demasiado
corta para tantas bibliotecas, etc."

Imprescindible me parece un buen calificativo.

jueves, 16 de septiembre de 2010

RAFA NADAL

El pasado domingo, después de escuchar la noticia de qué la final del US Open entre Rafa Nadal y Novak Djokovic, había sido aplazada por la lluvia, esperé durante horas a ver que nos deparaba el tiempo. Finalmente se programó para el día siguiente. Así que el lunes, a la misma hora, yo estaba sentada delante del televisor.

Todo empezó como estaba previsto. Lamentablemente, cuando llevaban aproximadamente dos horas de partido, sobrevino la lluvia de nuevo. Era una lluvia fina, así que confié en que no duraría mucho, y casualmente, acerté.

La espera mereció la pena. Me acosté a las cuatro y media de la madrugada, pero, aunque no sea un deporte tan mediático como el futbol, a pesar de que los medios informativos no le hayan dado la importancia que se le dio al Mundial que la selección española ganó el pasado mes de julio, creo que presencié un partido histórico. Los adeptos al tenis estarán de acuerdo conmigo.

Demasiado pronto para decir que es el mejor jugador de todos los tiempos, como ya han hecho algunos, pero que es bueno, eso no lo puede negar nadie, incluso más que bueno, buenísimo diría yo. Podría decir que no sólo lo es, sino que también lo está, pero ese es otro tema, jajajaja.

Ójala esas rodillas que tantos quebraderos de cabeza le dan, le permitan seguir en ese estado de forma durante mucho tiempo, aunque si no es así, él lo tiene claro: "me iré a casa tranquilamente, porque quedan muchas cosas en la vida aparte del tenis, por suerte."

Sea como sea, siempre es un placer verle jugar.

¡¡Qué brazos!!

domingo, 12 de septiembre de 2010

CASUALIDADES

Hace unas semanas estuve de vacaciones en París. Este hecho en si, no tiene una importancia relevante pero, por decirlo de algún modo, fue el principio de una serie de casualidades que han captado mi atención en los últimos días, aunque si me paro a pensarlo, el inicio pudo ser hace unos meses, allá por mayo o junio, cuando me compré "Rayuela", de Cortázar y lo dejé en la estantería junto a otros libros, esperando ese momento en que termino el último que elegí y siguiendo un criterio que ahora no me voy a detener a analizar, escojo el siguiente.
Creo que sí, "Rayuela" podría ser el eje central, aunque mejor me explico y dejo de irme por las ramas.

Compré este libro, considerado ya un clásico de la novela contemporánea, sin conocer la sinopsis, ni nada relativo a él (me refiero a donde está ambientado, ni la época). Obviamente el título me era familiar, pero no soy ninguna erudita en la materia, apenas una simple aficionada a la literatura. Yo me limité a cogerlo, pagarlo y llevarlo a casa hasta que le llegase "su turno".
Justo hoy hace una semana, al terminar "La ignorancia", de Milan Kundera, pensé que era un buen momento para leer a Cortázar, así que me senté y para empezar, le eché un vistazo: índice, introducción, notas a pie de página... algo que no sé muy bien porque, hago siempre antes de comenzar a leer. Entonces, sin esperarlo, descubrí al final un plano del Barrio Latino de París. Diez días antes yo había estado caminando por esas calles, así que pensé vanidosamente: justamente hoy, no necesito este plano.

Cómo opino debe de ser, empecé por la introducción: Muchas personas no la necesitaran, pero yo descubrí hace tiempo que me son de mucha ayuda y me proporcionan información interesantísima.

Después de más de un centenar de páginas, daba comienzo la novela.

Volviendo a mis casualidades, entre los muchos nombres de calles, compositores, escritores... a los que se alude casi en cada párrafo, uno en concreto consigue que me detenga y sonría: Georges La Tour. ¿Qué tiene de especial? Otra de mis aficiones: el concurso televisivo "saber y ganar". El mismo día que yo leí en el libro el nombre de este pintor, la solución a la parte por el todo, (una de las pruebas de dicho concurso) fue justamente Georges La Tour. Un pintor prácticamente desconocido para mí, merecía mi atención dos veces en el mismo día y sin ningún tipo de conexión.

Empecé a llamarlo, el libro de las casualidades.

Hace un rato, al entrar en mi correo, vi un nuevo comentario en mi blog. Como siempre, entre para leerlo, pero, como nunca, (suena raro, pero es por lograr el antagonismo), me pasé por el blog de la persona que me había honrado comentando mi breve homenaje a Saramago, empecé a leer y cual fue mi sorpresa al encontrarme con una alusión a este libro que me ocupa y a uno de sus personajes.

No sé si interesante, pero a mí me parece como menos curioso, y aún me queda más de media novela, quien sabe qué me deparará, una historia fascinante, eso seguro, pero para mí, siempre será especial.