domingo, 17 de junio de 2007

POR UN MUNDO MEJOR

Es curioso hasta que punto influye en nuestras vidas la educación que recibimos de nuestros progenitores o educadores. Menos mal que llegada la edad adulta comenzamos a tener ideas propias, por lo que tenemos la capacidad de descartar lo que no nos interesa quedándonos solo con lo más “interesante”.

Me parecen deprimentes hechos como que una niña no supiera lo que era la menstruación hasta que ésta hacía acto de presencia, dando algún que otro susto, o esas palabras tan mal sonantes; “Como llegues un día a esta casa diciendo que estás embarazada, te irás con lo que lleves puesto.”

Es que me imagino yo diciéndole eso a una hija mía (Cosa poco probable ya que sólo tengo hijos varones.) y me parto de la risa. Yo creo que a las madres de ahora nos pega mucho más algo así como; cariño, no se te olvide coger los preservativos.

¿Quién no se ha gastado casi toda la paga semanal en una pensión cochambrosa cuando nuestra cama estaba vacía? Y digo yo, ¿no sería mucho mejor tener a tu hijo y a su novia en tu casa que haciendo posturas dignas del Kamasutra para encontrar como situarse dentro del coche?

Cuando hablo de este tema hay gente que dice que mi opinión no es imparcial por el hecho de no tener hijas, que a mi no pueden llegarme con un “bombo” el día menos pensado. Pues perdónenme que les diga que soy mujer, sé muy bien de lo que hablo y si les diésemos la educación adecuada, nos evitaríamos todos muchos problemas.

No quiero dármelas de lista, ni pretendo decir que sea la mejor madre del mundo, no sé que sucederá dentro de unos años cuando mis hijos lleguen a la edad adulta, pero haré todo lo posible para que tengan más información de la que tuve yo, para que disfruten sin necesidad de traer al mundo niños no deseados, pero si eso ocurriera, que sepan las madres de esas niñas que a mí me preocuparía tanto como a ellas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver voy a comentar esto en tres pasos:
1º.- La educación que recibimos no es solo que influya en nuestras vidas sino que determina nuestra manera de ser y de estar en el mundo, es cierto que la experiencia nos va permitiendo tener nuestra propia visión de las cosas, pero por debajo de eso, en muchas ocasiones, está lo que hemos "mamado"(expresión muy gráfica)durante muchos años.
2º.- A pesar de los avances, de ser muy liberales, de tener la información al alcance de la mano,... la sexualidad y su vivencia sigue siendo un tema tabu, sobre todo en lo a la mujer se refiere.
3º.- Nuestra sociedad sigue siendo machista y lo peor es que somos nosotras, en ocasiones, las responsables de mantener esa actitud(esto tiene que ver mucho con lo que decía en el primer punto)y transmitirla por la incidencia directa en la educación de los hijos.
Comparto tu opinión y tu actitud, pero tengo claro que tenemos una carga de siglos, de la que es difícil deshacerse, aunque hemos dado pasos muy importantes.
Un beso
Tempodelecer

P.D.: Jeje, hoy mi comentario casi es mayor que tu reflexión, discúlpame pero me ha salido así

Anónimo dijo...

Educadas en una sociedad machista, creo que nos queda muchas cosas por hacer para cambiar las situacion, no lo digo para desanimar. Aunque soy de un pais de otra religion, donde es muy muy raro que haya embarazo antes del matrimonio, si una chica se queda embarazada en la mayoria de los casos el chico se desinteresa, y claro se le perdona porque es hombre, en cambio la chica se encuentra sola educando a una criatura que le cambio la vida.
Aunque la mentalidad haya cambiado un poco, la sociedad sigue influida por muchos elementos, una de ellas la educacion como dijiste, la cultura, las tradiciones, ....
Pero creo que sobre todo la familia, si en vez de atterorizarte te explican las cosas de forma mas cariñosa, lo que eso significa, sus pros y sus contras, eso ayuda mas.
Un beso
Maggy