viernes, 27 de abril de 2007

ALGO MÁS SOBRE LO DE AYER

Uno de los comentarios que me habéis dejado me ha recordado algo y he sentido la imperiosa necesidad de contarlo.

Hace nueve años estuve de vacaciones en el caribe y l@s que habéis estado ya sabéis cómo llueve allí, pero para los que no lo saben, os diré que es una cosa seria, al menos en la época en la que yo estuve, es raro el día que no cae algún chaparrón, pero de estos de estar el cielo azul y en diez minutos oscurecer enormemente y caer una bárbara.

Pues uno de esos días estábamos en la playa, con una temperatura podríamos decir de treinta grados, o sea, con mucho calor y de repente empezó a llover, la gente corría como loca a guarecerse y yo les miraba sin entender. ¿De qué huían? ¿Del agua? Minutos antes estaban metidos en el mar, más no se iban a mojar, ¿de los truenos y relampagos? Lo dudo, no había, simplemente diluviaba. Mi Paco y yo cogimos una tumbona, la sacamos de debajo de la sombrilla y nos tumbamos boca abajo. Tremendo masaje!!! La sensación era alucinante, no se puede explicar con palabras, millones de gotas cayendo sobre nosotros con una fuerza increíble, me sentí tan relajada.

Creo que desde ese día aún me gusta más la lluvia, sé que puede llegar a ser devastadora, lo viví de pequeña en mi propia casa con la famosa riada de Tous, pero que queréis que os diga, hay amores que matan

 

2 comentarios:

bou2 dijo...

pODRÍAS escribir el GRAN APAGÓN en Fortaleny que producimos Lucas y yo en el 1998.

Anónimo dijo...

Hoy lo pensaba, en días de esos que yo llamo de humor raro y con cierto toque de melancolia, pasear por una playa solitaria con lluvia, te reconcilia contigo misma. Un beso

Tempodelecer