martes, 8 de julio de 2008

LA ROSA DE JERICÓ - EVLEX



Una leyenda que empezó hace casi diez mil años y que llega a nosotros de la mano del que dice ser el encargado del legado de la Rosa.

  Yo, como acostumbro a hacer con todos los libros, me he empapado de la parte de la historia que nos cuenta, con leyendas que, teniendo en cuenta que muchas de ellas no están escritas, que han ido pasando de generación en generación, deben de ser incontables los cambios que han sufrido. Aún así, algo de cierto debe de quedar en éstas.  

  Hay un versículo de la Biblia al que se hace alusión en repetidas ocasiones y que yo, siempre tan impaciente, tan impulsiva, debería de tatuar en mi frente: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”

  Quiero destacar un párrafo que llamó mi atención, con el cual me sentí identificada por haber pensado algo parecido en algún momento de mi vida: “Hacía tiempo que veía a Dios a mi manera; ya nunca más a la manera de los demás, a la que me habían exigido quienes manejan nuestras almas, con la pretensión de ser únicamente ellos los que pueden dictaminar cómo es Dios y el modo en que debe uno de acercarse a Él. Aquellos que quieren ser salvados, sabiendo de antemano que no son ellos los que tienen el perdón entre las manos. Que solamente tienen la espada, el fuego y la palabra; la palabra violenta que amenaza.”




2 comentarios:

Anónimo dijo...

me tiene cautivado este libro

Francisco Martos dijo...

Es cierto que todo tiene su tiempo bajo las estrellas; y hoy es mi tiempo para agradecerte tus comentarios sobre mi libro.

Francisco Martos.