jueves, 16 de septiembre de 2010

RAFA NADAL

El pasado domingo, después de escuchar la noticia de qué la final del US Open entre Rafa Nadal y Novak Djokovic, había sido aplazada por la lluvia, esperé durante horas a ver que nos deparaba el tiempo. Finalmente se programó para el día siguiente. Así que el lunes, a la misma hora, yo estaba sentada delante del televisor.

Todo empezó como estaba previsto. Lamentablemente, cuando llevaban aproximadamente dos horas de partido, sobrevino la lluvia de nuevo. Era una lluvia fina, así que confié en que no duraría mucho, y casualmente, acerté.

La espera mereció la pena. Me acosté a las cuatro y media de la madrugada, pero, aunque no sea un deporte tan mediático como el futbol, a pesar de que los medios informativos no le hayan dado la importancia que se le dio al Mundial que la selección española ganó el pasado mes de julio, creo que presencié un partido histórico. Los adeptos al tenis estarán de acuerdo conmigo.

Demasiado pronto para decir que es el mejor jugador de todos los tiempos, como ya han hecho algunos, pero que es bueno, eso no lo puede negar nadie, incluso más que bueno, buenísimo diría yo. Podría decir que no sólo lo es, sino que también lo está, pero ese es otro tema, jajajaja.

Ójala esas rodillas que tantos quebraderos de cabeza le dan, le permitan seguir en ese estado de forma durante mucho tiempo, aunque si no es así, él lo tiene claro: "me iré a casa tranquilamente, porque quedan muchas cosas en la vida aparte del tenis, por suerte."

Sea como sea, siempre es un placer verle jugar.

¡¡Qué brazos!!

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