ESTUDIAR ES UN PLACER

Ayer me preguntaron: “¿Qué vas a estudiar?”, a lo que respondí: “Lengua y Literatura”, y entonces, la persona en cuestión me dijo: “Puro placer, ¿no?”

Estoy más acostumbrada a que la respuesta, al saber lo que voy a estudiar, sea: “¿Qué quieres, dar clases?”, incluso hay quien me ha dicho: “Pero si eso no tiene salida” (como si fuese inútil estudiar algo así). Aunque, afortunadamente, algunas personas me entienden a la primera, incluso sin necesidad de explicarme.

No sé hasta dónde seré capaz de llegar en esta nueva aventura, pero tengo clara una cosa: el viaje va a ser muy emocionante, de hecho, ya lo está siendo, y no voy a marcarme metas, prefiero saborear todo lo que estoy aprendiendo.

Mucha gente, antes de empezar los estudios, analiza que carrera tendrá más salida, en que sector hay más posibilidades…, y no es que esto me parezca mal (vivimos en una sociedad regida por el poder económico, y hay que tener unos ingresos aceptables para vivir medianamente en ella), pero parece que nos estamos olvidando de aquello que se llamaba “vocación”.

¿Y cuando alguien se atreve a decirme: “¿a tu edad te vas a poner a estudiar?”? No se imaginan cómo me duele esta frase, y no por mí, sino porque me da a entender que la mayoría, pasada la juventud primera, creen que ya no hay que estudiar, o que han perdido el derecho.

El cuerpo humano, pasada la infancia y la adolescencia, deja de crecer, pero, un cerebro bien alimentado no deja de crecer nunca, con una ventaja notable: no es malo alimentarlo en exceso.

Comer es, en la mayoría de las ocasiones, un placer. Para muchas personas también lo es el dormir, dormir durante diez o doce horas cuando al cuerpo humano con siete u ocho le basta. Estudiar también puede serlo. Para mí, y espero que para mucha gente más, lo es, y hay que disfrutar los placeres de esta vida, degustarlos, paladearlos, saborearlos, deleitarse con todo lo bueno que nos aportan, gozar, divertirse…, podría llamarlo de cien maneras distintas, pero creo que mi mensaje ya ha quedado claro, y por si no es así lo reitero: Para mí estudiar es un placer, un gran placer.