sábado, 3 de julio de 2010

MADAME BOVARY


Ya me voy acostumbrando a los autores decimonónicos del romanticismo francés, que describen a sus heroinas con tal vehemencia, que ninguna imagen puede plasmar ni por asomo dicha belleza. Se podría decir con absoluto convencimiento, que la famosa frase que reza; "una imagen vale más que mil palabras", no va con ellos.

El autor me ha fascinado: que manera de describir paisajes, situaciones, elementos, entornos... Le imagino redactando veinte páginas en un día para luego dedicar un mes a unas frases, porque han de quedar perfectas, definir hasta el mínimo detalle aquello que está dentro de su cabeza, con minuciosidad, buscar el poder transmitir a sus lectores, con máxima fidelidad, sus sentimientos.

El libro está lleno de párrafos dignos de mención, me limitaré a plasmar uno al azar:

"Era una hermosa mañana de verano. En las tiendas de los orfebres relucían los objetos de plata, y la luz que caía sesgadamente sobre la catedral, ponía reflejos en las aristas de las piedras grises; una bandana de pájaros revoloteaba en el cielo azul, por entre los campaniles en forma de trébol; la plaza, desbordante de bullicio, olía a flores que por todas partes bordeaban el pavimento: rosas, jazmines, claveles, narcisos y nardos, desigualmente dispuestos entre las hortalizas frescas, hierba de gato y álsine para los pájaros; en medio borboteaba la fuente, y bajo amplias sombrillas, entre pilas de melones en forma de pirámide, los vendedores, con la cabeza cubierta, envolvían ramilletes de violetas."

Que gusto cerrar un libro después de terminar de leer la última página, dejarlo reposar sobre el pecho durante unos instantes, y notar como cada uno de los sentidos se ha embebedido de tan maravillosa obra.

PD: Creo que me ha contagiado parte de ese espíritu poético.

3 comentarios:

Emilie dijo...

Que cosas más raras siente uno despues de terminar un libro.. y dejarlo reposar en el pecho ¿no?
son como todas las emociones viajando de un viaje por última vez.

DDC dijo...

Este libro me pareció muy intenso y aburrido la primera vez que lo leí (a los 16 años, obligada en el Bachillerato). Pero con los años y la ruptura amorosa de una relación muy consumidora, me hizo identificarme con la protagonista, odiar a su marido y comprender que las mujeres siempre queremos algo más.
Me gusta tu blog. No dejes de escribir!

Anónimo dijo...

SIS, estimada... alguna vez volverás a escribir un fic?
Echo de menos tus fic en el foto.
Alguien familiar al que decirle las barbaridades de turno.
Se que este es tu espacio... pero se te echa mucho de menos.
LIS