lunes, 9 de noviembre de 2009

9 DE NOVIEMBRE DE 1989

20 años de la caída del muro de Berlín, y yo lo recuerdo como si fuese ayer, eso significa que me hago mayor.

Anoche, viendo las noticias, me pregunta mi hijo: ¿Qué es el muro de Berlín, mamá? Yo intenté explicárselo de manera sencilla. Le dije que al terminar la segunda guerra mundial, Alemania fue dividida en dos, y que en la capital, Berlín, se construyó un muro que persistió durante 28 años. Le expliqué cómo hubo familias que quedaron divididas; para que la cabeza de un niño logré acercarse a aquello que le estás explicando, lo mejor es hacer referencia a las cosas que él da más importancia, como por ejemplo la familia, entonces se quedó pensando y soltó algún tipo de exclamación.

Luego le dije que ese muro se derribó hace veinte años, que las familias se reencontraron.

Yo me paro a pensarlo, y me gusta la idea de que cosas como el muro de Berlín, queden lejos de la realidad de mis hijos. Seguramente les tocará vivir otras similares, pero ésta en concreto nos quedaba muy cercana.

Mirad bien esta foto.




Parece mentira que una de las ciudades más poderosas, prósperas... de Europa, viviese con esto hace apenas dos décadas. Que poco después vimos esto.



Hacer realidad la frase "Derribando muros", debió de ser todo un subidón.


¡Viva la libertad!

lunes, 2 de noviembre de 2009

MI DIOSA AFRODITA XIII

Han pasado dieciséis años desde que le declararon culpable en el juicio, justo los mismos que tiene mi nieta. No la veo mucho, apenas una o dos veces al año. Es la viva imagen de su padre, sus ojos, su pelo… y doy gracias por ello, porque de no ser así, ahora estaría dudando.

Hace sólo unos días, paseando con una vecina, me pareció ver a Pilar a lo lejos. Estaba acompañada por un hombre. Me acerqué y sentí que me flaqueaban las piernas al reconocerle. Sí, era Andrés, estaban charlando tranquilamente, sentados en un banco y, en un momento dado, se levantaron para empezar a andar cogidos de la mano.

Sufrí un desvanecimiento por la impresión. Tuvieron que sentarme en un banco hasta que me repuse y mi vecina se asustó mucho, la pobre.

Poco después, ya en casa y con tranquilidad, pensé en que significaba aquello. ¿Lo habían tramado todo entres los dos? Desde el principio fingieron no congeniar, hablaban mal el un del otro y quizás, era simplemente parte de un plan urdido al detalle. Debí darme cuenta que era demasiada casualidad que, justo esos días, ella y Oscar estuviesen enfadados. Si había sido así, hicieron una actuación magistral.

Busqué a Méndez Haro, quién se sorprendió mucho al verme y le comenté lo ocurrido. Me dijo que Andrés ya había cumplido condena por el crimen cometido, que su pena había sido rebajada por buen comportamiento y que, respecto a Pilar, en el caso de que yo tuviese razón, lo cual era muy difícil de demostrar, era probable que sólo fuese la mente. No había pruebas contra ella, no fueron suficientes en su día, como tampoco lo serían ahora.

Me enfurecí. Esa mujer era la madre de mi nieta, quién la había criado, quién vivía con ella. Tenía motivos más que suficientes para pensar que había matado, o al menos, planeado matar a mi hijo, y no podía hacer nada, absolutamente nada.

Luego pensé con calma. ¿Era verdad lo que contaron de Oscar? Aquella afición a las prácticas sadomasoquistas… ¿Y si todo fue idea de Pilar? Era su Diosa, y es posible que él hubiese hecho cualquier cosa que ella le pidiera. ¿Participaban los tres en esas sesiones? ¿Lo hacía mi hijo en contra de su voluntad? Es más, ¿eran pareja como me habían hecho creer?

Nunca hallaré las respuestas. Me arrebataron a mi hijo y creo que, como madre, tengo derecho a concederle al menos, el beneficio de la duda.


FIN